La iglesia es una, santa, católica y apostólica.
Como la promesa y la ley son distintas categorías y funcionan independientemente, la salvación tiene que ser o por promesa o por ley.
Cristo está a la diestra de Dios Padre, ejerciendo sus tres oficios de profeta, sacerdote y rey.
Lejos de inventar las historias de Jesús, los apóstoles las vivieron, viendo y escuchando lo que nos reportaron.