La justificación tiene dos aspectos: el perdón de los pecados y la imputación de la justicia de Cristo.
El pueblo afirmó su amor por Dios, y Dios afirmó su presencia en medio de ellos.
El Credo de los Apóstoles fue un desarrallo posterior del Antiguo Credo Romano.
La iglesia siempre es visible pero tiene aspectos invisibles desde nuestra perspectiva.