Aunque la gracia de Dios entró inmediatamente después del primer pecado de la humanidad, el primero pacto durante la época de la gracia fue con Noé. Antes del diluvio, el énfasis del pacto fue en la salvación de Noé y su familia. Después del diluvio, abarcó la preservación de toda la humanidad y toda la tierra. Esta preservación fue y es una precondición del cumplimiento del plan de Dios revelado en el resto del pacto de gracia.
Si la muerte de Cristo aseguró la salvación de todos por los cuales murió, entonces concluimos que murió por su pueblo.
El Catecismo Mayor amplia sobre los temas cubiertos concisamente en el Catecismo Menor.
La regeneración es la implantación de vida en la persona para que pueda responder a Dios positivamente.